Algunos consejos y recomendaciones de nuestros especialistas, útiles para el cuidado diario de tus pies, si quieres evitar futuros problemas, recuerda, mejor prevenir que curar.
Lávate los pies a diario.
Mantener una buena higiene en los pies es esencial para prevenir infecciones. Asegúrate de lavar bien los tobillos, las plantas, las uñas y los espacios entre los dedos.
Sécate los pies después de lavarlos.
Sobre todo es importante secar los espacios entre los dedos, el exceso de humedad y el calor favorecen la proliferación de hongos y bacterias diversos.
Aplica con regularidad un desodorante de pies.
La función de los desodorantes especiales para pies evitarán la sudoración excesiva.
Mantén la piel bien hidratada.
El talón es la zona del pie que más hidratación necesita. Para evitar grietas, aplica el producto hidratante adecuado según el estado de tu piel.
Utiliza medias o calcetines de tejidos naturales.
El algodón resulta el mejor material; es recomendable evitar las fibras sintéticas.
La forma de cortarte la uñas.
Las uñas de los pies deberán tener forma recta-cuadrada. Es aconsejable limpiarlas.
No compartas las herramientas para cortar las uñas o pieles.
Sobre todo en caso de posibles patologías ungueales. No las compartas, incluso con otros miembros de la familia, les podrías transmitir las enfermedades.
Utiliza un calzado cómodo, flexible y de anchura adecuada a tus pies.
Los materiales preferiblemente deben ser naturales. Evita los tacones demasiado altos (máximo 2-4 cm)
No camines descalzo por las duchas públicas.
Podrías contagiarte de infecciones como el pie de atleta o verrugas. Protege tus pies con unas zapatillas adecuadas o escarpines de goma.
Revisa periódicamente tu tratamiento ortopodológico.
Ya sean plantillas de silicona, prótesis o soportes plantares, recuerda hacer revisiones periódicas. Los materiales se fatigan y no consiguen los objetivos fijados por el podólogo.